Descripción
Nunca fue tan divertido recoger pelusas de polvo como con este juego familiar y monísimo de cartas. Al polvo le encanta acumularse, pero cualquier corriente de aire puede hacer que las cartas desaparezcan de tu montón y pase a manos de otros jugadores.
Este juego empieza con un buen montón de pelusas en el centro de la mesa, un montón con todas las cartas del juego, 110 pelusas monísimas que se acumulan. Cada carta de pelusa tiene un número del 1 al 10. Tu objetivo será conseguir la mayor cantidad de puntos recopilando cartas de pelusas.
El juego se organiza en turnos, en tu turno, puedes robar todas las cartas que quieras del montón central de la mesa. De una en una, eso sí. Cada vez que levantas una carta, la colocas en tu zona de juego, organizando las pelusas en montones, según su valor. Puedes robar todas las cartas que quieras, aunque esto tiene un riesgo. Si robas un carta con el mismo valor de otra que ya tienes y, además, has conseguido ya tres cartas en ese turno… lo pierdes todo. Sí, es un juego en el que tensas la suerte y tú decide cuánto arriesgas. Una vez que decides no robar más, tienes que esperar un poco para asegurar tus puntos. No te relajes demasiado, no aseguras la puntuación que tienes en la mesa hasta que te llega de nuevo el turno de juego. En ese impase, los demás jugadores pueden robarte las cartas de pelusas que tienes en la mesa, siempre que saquen una carta con el mismo valor en su turno de juego.
Como ves, en Pelusas no hay amigos… solo un montón de puntos para robar a los demás. Se trata de un juego perfecto para disfrutarlo en familia.
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