Descripción
Las polillas revolotean sin parar alrededor de la mesa y ¡ATENTOS! son unas tramposas. Ayúdales a hacer trampas y solo así ganarás la partida. ¡Si, sí, has oído bien! ¡Para ganar tienes que hacer trampas!
En Polilla Tramposa los jugadores intentáis ser los primeros en libraros de todas las cartas de vuestra mano. Para empezar, se reparten 8 cartas a cada jugador y el resto del mazo se coloca en el centro de la mesa. A continuación elegís un juez que vigilará a las tramposas polillas. El resto de jugadores seréis los tramposillos.
El juez da vuelta a la primera carta del mazo que está boca abajo en el centro de la mesa. Por turnos, los jugadores debéis poner en juego una de las cartas que tenéis en la mano, que debe ser de un valor inmediatamente mayor o menor que el de la carta que está en el centro. Si no tienes una carta para jugar, tienes que robar del mazo como personalización.
Tranquilos, esto no es tan sencillo como parece. Hay cartas especiales, algunas permiten dar cartas de tu mano a otro jugador, otras retar a un juego de velocidad a tus rivales, otras son unas auténticas polillas tramposas. Estas últimas no se pueden jugar en el centro de la mesa. ¿Cómo te deshaces de ellas? ¡Pues haciendo trampas! Tirarlas debajo de la mesa, esconderlas en la manga… Pero cuidado, el juez estará alerta en todo momento y, si te pilla, tendrás que cambiarle el rol: tú serás el juez en la próxima partida y el actual juez será un tramposo.
Si no te pillan y logras deshacerte de todas tus cartas serás el jugador más tramposo y el ganador de la partida.
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