Descripción
Las canicas son un juego de toda la vida, atractivas por su sencillez y sus colores brillantes que invitan a coleccionarlas, intercambiarlas, buscar las más singulares. Con esta magnífica presentación del juego clásico de canicas, podrás disfrutar de 163 boliches de cuatro tamaños y con 12 estilos distintos. En el reverso de la caja, aprenderás dos variantes de juego. Incluye, incluso, canicas fluorescentes.
De niños, todos hemos jugado alguna vez a las canicas y, por suerte, el clásico juego de canicas es de esos que no pasan de moda. Hay varias formas de jugar a este dinámico juego que consiste en lanzar y golpear bolas de cristal de colores. En general se trata de juegos de puntería y habilidad. Históricamente, a las canicas se ha jugado también con esferas realizadas en barro endurecido o con bolas de metal, que solían proceder de rodamientos mecánicos.
Todos los patios de colegio han albergado disputas en torno a las canicas, con apuestas donde intentabas salvaguardar las tuyas y ganar las de los compañeros. O bien, eran objeto de intercambio como en su día fueron los cromos. Aunque el origen de las canicas es desconocido, es probable que se remonten al Antiguo Egipto o al Imperio Romano, como lo demuestran las canicas encontradas en algunas tumbas de niños de estos tiempos.
El propio objeto de la canica ha ido evolucionando, hasta el punto de que se conocen canicas hechas con materiales preciosos, con piedras redondeadas e, incluso, con huesos pulidos de aceituna, con avellanas o castañas. En la Edad Media se convirtieron en un juego muy popular, hasta el punto de que en algunas poblaciones se pidió que no se practicase dentro del recinto urbano para no obstaculizar el tránsito de los viandantes.
¡Disfruta de este juego de siempre, que no pasa de moda!
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